Dos terceras partes de los hogares con niños ha sufrido una merma de sus ingresos durante la pandemia
MADRID, 10 (SERVIMEDIA)
Al menos dos terceras partes de los hogares con niños han sufrido una pérdida de ingresos desde la irrupción de la pandemia del coronavirus hace dos años, según constata un informe cuyas conclusiones publicaron este jueves Unicef y el Banco Mundial.
El informe, denominado ‘Impact of Covid-19 on the welfare of households with children’ (‘Repercusiones de la covid-19 sobre el bienestar de los hogares con niños’) presenta las conclusiones de los datos que sobre esta cuestión han recopilado sus autores en 35 países.
El trabajo pone de manifiesto que los hogares con tres o más hijos son los que más probabilidades tienen de haber perdido ingresos, como lo atestigua el hecho de que más de tres cuartas partes de ellos han sufrido una reducción de los mismos, frente al 68% de las familias con uno o dos hijos.
Del mismo modo, las pérdidas de ingresos han obligado a los adultos de uno de cada cuatro hogares con niños a dejar de comer durante uno o más días, al tiempo que los adultos de casi la mirad de las familias con menores reconocen haberse saltado una comida por falta de dinero.
A su vez, alrededor de una cuarta parte de los adultos de los hogares con o sin niños declararon que habían perdido su trabajo desde el inicio de la pandemia.
Ante esta situación, el director del Grupo de Programas de Unicef, Sanjay Wijesekera, alertó de que «los modestos progresos alcanzados en la reducción de la pobreza infantil en los últimos años corren el riesgo de revertirse en todas las partes del mundo».
En ese sentido, denunció que «las familias han sufrido pérdidas a una escala asombrosa», ya que «aunque el año pasado la inflación alcanzó su nivel más alto en varios años, más de dos tercios de los hogares con niños ingresan menos dinero».
Ello provoca que «las familias no pueden permitirse alimentos o servicios sanitarios esenciales, no pueden permitirse el alquiler de una vivienda. El panorama es desolador, y los hogares más pobres se están hundiendo aún más en la pobreza».
Por su parte, el informe señala que los niños se ven privados de las necesidades más básicas, puesto que los que pertenecen al 40% de los hogares no realizan ningún tipo de actividad educativa mientras sus escuelas están cerradas.
El trabajo advierte de que, teniendo en cuenta que los datos se recopilan a nivel de hogar, es probable que la tasa de participación real a nivel individual sea más baja todavía, especialmente para los niños que provienen de familias con tres o más hijos.
La directora mundial de Pobreza y Equidad del Banco Mundial, Carolina Sánchez-Paramo, reseñó que «esto podría conducir a un aumento de la desigualdad para las generaciones venideras y limitar las probabilidades de que los niños disfruten de un mejor nivel de vida que sus padres o abuelos».
Por su parte, el documento atestigua que a pesar de que los hogares con tres o más hijos fueron los que más sufrieron la pérdida de ingresos, fueron los que más ayuda recibieron de los gobiernos: un 25% frente al 10% de las familias sin hijos.
Uno de cada seis niños en el mundo (356 millones) vivía en una situación de pobreza extrema, tratando de sobrevivir con menos de 1,90 dólares (1,7 euros) al día antes de la pandemia, mientras que más del 40% se encontraba en una situación de pobreza moderada y alrededor de mil estaba en la pobreza multidimensional en los países en desarrollo, un guarismo que en los últimos dos años ha aumentado en un 10%.
Por todo ello, Unicef y el Banco Mundial exigieron a las autoridades que impulsen una «ampliación rápida» de los sistemas de protección social para los niños y sus familias, un apoyo que incluiría la entrega de transferencia en efectivo y la universalización de las prestaciones para los chavales.
