La Subcomisión del Congreso sobre la regulación del cannabis medicinal se reúne el miércoles por primera vez

MADRID, 13 (SERVIMEDIA)

La subcomisión para analizar experiencias de regulación del cannabis para uso medicinal en el seno de la Comisión de Sanidad y Consumo del Congreso de los Diputados se reunirá por primera vez el próximo miércoles 16 de febrero y el Observatorio Español de Cannabis Medicinal (OECM) espera que su trabajo «conduzca a un marco regulado para el cannabis medicinal en España».

Así lo defendió su presidenta, Carola Pérez, en un comunicado en el que se mostró convencida de que se trata de «una cuestión de derechos humanos» y de que las personas que sufren dolor «tienen derecho a salir de la ilegalidad».

A su juicio, existen «muchas esperanzas puestas en este trabajo», consciente de que, además de analizar «con objetividad» el estado actual del cannabis para uso medicinal «hay que escuchar a los agentes de la sociedad civil y los pacientes». «El paciente y sus derechos deberían estar en el centro, por eso ha de ser tomado en consideración», abundó.

«Llevamos en una situación de inseguridad años y se va a regular para tratar nuestro dolor, por lo que deberíamos ser entes consultivos como ha pasado en los procesos de regulación de otros países», puntualizó.

El observatorio recordó que, desde que se aprobó el pasado mes de mayo de 2021 a propuesta del PNV en la Comisión de Sanidad y Consumo del Congreso de los Diputados, la creación de esta Subcomisión «ha generado muchas expectativas entre organizaciones y pacientes», teniendo en cuenta que su labor será la de analizar las experiencias que existen en otros países, así como «escuchar la opinión de los agentes implicados» y crear un informe para remitirlo al Gobierno con la pretensión de generar una legislación española en torno a la regulación del cannabis medicinal.

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300.000 PACIENTES

A este respecto, el vicepresidente del observatorio, Manuel Guzmán, defendió que esta Subcomisión «debería centrarse en el debate sobre garantías y modelos» y aseveró que, «si se pone en cuestión la evidencia que ya se está usando en otros países, sería un retraso».

«Son al menos 300.000 los pacientes, según los cálculos actuales ya que podrían ser más con la regulación, que necesitan que este fármaco se pueda utilizar de manera segura desde el punto de vista jurídico y sanitario», espetó, para añadir que se trata de «pacientes con dolencias graves y muy debilitantes que merecen un trato humano», como enfermos con cáncer, enfermedades neurológicas, fibromialgia o insomnio crónico que podrían beneficiarse de su regulación.

El observatorio aseveró que, en los últimos años, el aumento de las evidencias científicas, así como el «creciente» uso del cannabis para «paliar dolencias», ha hecho que diferentes organismos internacionales, como la Organización Mundial de la Salud o la Organización de Naciones Unidas (ONU), «se pronuncien favorablemente».

«Estos hechos y el trabajo que aporte esta Subcomisión serán la base para construir los cimientos para una regulación avanzada del uso del cannabis con fines medicinales y terapéuticos y conseguir una ley con garantías», sentenció.