Opositar: el nuevo objetivo en la búsqueda de empleo

Preparar unas oposiciones es, hoy en día, uno de los caminos más habituales para ganar estabilidad laboral para un gran sector de la sociedad.
Por un lado, las cifras recientes muestran que la cantidad de plazas convocadas en España ha crecido hasta niveles históricos: por ejemplo, para el conjunto de la administración central, en los últimos cinco años se han ofertado más de 183.443 plazas, un 189% más que en el lustro anterior.
Si eso se suma a un entorno laboral complejo, con alta temporalidad y con nuevas legislaciones que están evitando que algunas pymes y empresas puedan acceder a la contratación por los costes laborales, opositar es cada vez más popular
“La seguridad que ofrece una plaza pública cobra especial relevancia cuando el mercado laboral es incierto. En especial, cuando se sabe que sectores como la administración educativa, sanitaria o de servicios públicos están convocando gran volumen de plazas para cubrir los cambios generacionales y responder a las nuevas demandas sociales” explican desde Sacaopos.
Rutinas que permiten aprobar unas oposiciones
Para maximizar las posibilidades de éxito, tal como explican algunos de los mejores formadores, es fundamental construir una rutina de estudio constante y bien definida.
- Planificar con anticipación: Es clave conocer bien la oposición: Quien prepara oposiciones con éxito dominará el temario, formato de examen y conocerá la letra pequeña de las bases de la convocatoria. Esta etapa de planificación permite fijar objetivos claros.
- Creación de un horario adaptado: Cada persona cuenta con sus propias circunstancias, con lo que es clave contar con una rutina y horarios que se adapten a cada persona. Identificar cuándo se rinde más y cuándo se tiene tiempo sin interrupciones es básico para empezar.
- Dividir el estudio por bloques: La técnica de bloques centrados permite mayor concentración y evita el desgaste. Por ejemplo, combinar el estudio de nuevos temas, el repaso y los test forma parte de una de las estrategias que mejor funciona. Un buen reparto semanal puede ser el 50% del tiempo dedicado a nuevos temas, otro 30% dedicado al repaso y, finalmente, un 20% que sirva para resolver y practicar test o simulacros.
- Constancia diaria: La clave no es estudiar de forma esporádica, sino acumular horas distribuidas en el tiempo. Mientras se recomienda empezar antes de la convocatoria con unas 3 horas diarias, cuando queda poco tiempo se puede subir a 5-6 horas o más.
- Cuidar descansos, salud y motivación: La rutina de estudio no puede olvidar el descanso, el sueño, el ejercicio ligero o breves pausas. El estudio prolongado sin cuidar estos factores reduce considerablemente el rendimiento.
