Arquitectura, acústica y salud, un triángulo cada vez más relevante

Abrir un local y desarrollar en él una actividad comercial no siempre es tan sencillo como parece. Una tienda no suele conllevar ruidos adicionales, pero sí así un bar, un gimnasio o, incluso, un taller en tiempo de apertura.

Independientemente de la actividad que se desarrolle, lo importante en estos casos para conseguir los permisos y evitar, siempre, los trastornos a los vecinos en caso de que esté en los bajos de un edificio, es tener en cuenta qué tipo de aislamiento acústico se puede aportar en la reforma para garantizar la mayor insonoridad posible.

¿Es solo evitar ruidos para lo que se usa el estudio acústico de un espacio?

Nada más lejos de la realidad. Aunque al hablar de acústica se piense en evitar ruido, el sonido es vital para muchos otros negocios y para la salud de las personas, según además van cumpliendo años.

Academias, oficinas y demás opciones necesitan también de una acústica adecuada para poder hacer que trabajadores, pacientes, estudiantes y demás implicados puedan tener un sonido de calidad para aprovechar el tiempo, la infraestructura, la información y, cómo no, conseguir un mayor bienestar.

«Llegar a dar clase a un sitio con eco o intentar conversar por teléfono y escuchar reverberaciones no es nada agradable. Basta un estudio acústico para poder sacar partido a cualquier espacio con soluciones que se ajusten a las necesidades reales en cualquier sitio, ya sea un local, una vivienda o cualquier espacio» explican desde Bermoacustic, especializados en estudios acústicos en Valencia.

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Es el momento de asumir este elemento, el sonido, como vital en la vida. De hecho, según los últimos estudios científicos la pérdida de la calidad auditiva está muy relacionada con la demencia e incluso con otras dolencias como el alzheimer, algo que debería servir como revulsivo para entender que hay que poner el foco en las nuevas construcciones en paredes, techos y aislamientos que sirvan para mejorar la capacidad auditiva de la población que, inevitablemente, va a ir envejeciendo y gracias a un buen sonido puede orientarse mejor en los espacios arquitectónicos.

Un nuevo reto para la arquitectura moderna que no puede dejarse pasar por alto.