Ecophon colabora en la investigación de los entornos en los que residen personas con trastornos de la memoria

Según se estima en los últimos estudios del sector, para dentro de 30 años los pacientes con problema de memoria se habrán duplicado. Solo en Finlandia, datos que son también similares en otros países, para 2050 se espera que haya hasta 172000 personas con trastornos de la memoria.

Esto ha llevado al grupo de investigación SOTERA del Departamento de Arquitectura de la Universidad Aalto, con la colaboración de actores del gobierno, municipios y empresas como Ecophon, a la búsqueda de nuevas soluciones que permitan alojar a estas personas.

Hemos estado investigando los entornos de vida de las personas con trastornos de la memoria centrándonos, especialmente, en soluciones acústicas. El entorno acústico afecta significativamente el bienestar de las personas. En el proyecto MonIA, este aspecto pasa a primer plano como un factor importante”, afirma Jyrki Kilpikari, Concept Developer de instalaciones sanitarias en Ecophon.

Esta tesis la apoya la científica involucrada en el proyecto, Ira Verma, que asegura que la capacidad de ajustar los estímulos y el ambiente acústico es clave. “Las funciones relacionadas con la audición y la concentración en particular requieren amortiguar el ruido de fondo en las residencias” explica.

Entre las conclusiones a las que se han ido llegando, destaca la necesidad de crear viviendas adaptadas que mejoren la calidad de vida de las personas con trastornos de memoria, puesto que las actuales residencias son todo un desafío en las zonas comunes como los comedores y salas ruidosas, lo que provoca miedo y ansiedad.

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Así, será clave apostar por materiales de construcción como techos y paneles de pared capaces de absorber el sonido, complementando esta medida con un diseño de interiores que influya de forma activa en el entorno acústico, que les proporcione beneficio y mejoría en términos de bienestar.

Tal como explica la tesis de Viivi Salminen,  Diseño acústico en una vida amigable con la memoria, un entorno de vida amigable con la memoria y la edad significa un entorno sin barreras, fácil de usar y comprensible. “El entorno sensorial y sonoro tiene un gran impacto en el bienestar y la vida cotidiana de una persona con pérdida de memoria. De hecho, juega un papel particularmente importante en el apoyo a las situaciones sociales, ya que los trastornos de la memoria a menudo presentan desafíos para comprender y mantener conversaciones. Un buen diseño del ambiente acústico también mejora la calidad del sueño y reduce la inquietud, la ansiedad y los síntomas conductuales. Puede disminuir el uso de psicofármacos y finalmente también reducir los niveles de estrés tanto de los residentes como del personal”, resume Salminen.