El Congreso rechaza destinar las viviendas de la Sareb a alquiler social como quería Podemos y negó el PSOE

– El grupo confederal rechazó la enmienda a la que el Grupo Socialista condicionaba su apoyo

MADRID, 22 (SERVIMEDIA)

El Pleno del Congreso de los Diputados rechazó este jueves con 278 votos en contra, incluidos los del PSOE, por sólo 59 a favor y seis abstenciones, una proposición no de ley de Unidas Podemos que abogaba por destinar a alquiler social las 15.000 viviendas que tiene la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Restructuración Bancaria (Sareb).

La iniciativa, que se debatió el martes en la Cámara, pretendía modificar el régimen jurídico de la Sareb y establece que esta entidad gestionará sus viviendas con convenios con las comunidades autónomas, «integrando las mismas el parque social para garantizar acceso a la vivienda de la población, especialmente la más vulnerable».

En concreto, la Sareb transferiría estos pisos «para gestionar alquileres sociales vinculados al nivel de ingresos», con un precio de unos 100 euros mensuales y nunca superiores a 300. Además, Unidas Podemos propone suspender de forma indefinida los desahucios de sus inquilinos.

Sin embargo, una enmienda presentada por el PSOE conminaba a «desarrollar la utilidad social de la Sareb a través de la minimización del coste para el contribuyente dentro de su gestión de activos» y a que «dicha utilidad social estará dirigida a liquidar los activos de su balance».

Estas condiciones impiden de hecho que esos pisos se destinen a alquiler social, algo que obligaría a mantenerlos de forma indefinida (en principio, la Sareb iba a durar hasta 2027) y a aumentar la deuda de la entidad por los escasos beneficios que obtendría de unas rentas limitadas, o bien a cederlos a las comunidades autónomas, que tampoco pagarían un precio que minimizara el coste para el contribuyente.

Fuentes del Grupo Socialista advirtieron el mismo martes a esta agencia de que su posición en la votación dependería de que Unidas Podemos aceptara esta enmienda, pero una de las diputadas del grupo confederal que ha intervenido en esta proposición adelantó ya ayer a Servimedia: «La enmienda del PSOE no es aceptable para nosotras porque no se compromete en los contenidos básicos de transparencia».

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«Queremos saber qué tiene y en qué condiciones la Sareb. Y que se transmita la titularidad de las viviendas a las comunidades autónomas para parque público. No creo que lleguemos a un acuerdo en esta materia», reconoció la parlamentaria. Con este rechazo del PSOE, se prolonga la tendencia de todo 2023, en el que los socialistas no han votado a favor de ni una sola de las ocho iniciativas parlamentarias de su socio de Gobierno.

ERC y EH Bildu también presentaron enmiendas a la proposición de Unidas Podemos, centradas en defender las competencias autonómicas en vivienda, pero en cualquier caso avanzaron su voto favorable y terminaron transaccionando sus enmiendas con el grupo proponente.

EL DEBATE

El martes, presentó la propuesta la diputada del grupo confederal Pilar Garrido, quien recordó que el exministro de Economía Luis de Guindos aseguró que la Sareb no costaría ni un euro, pero se confió a que ahora el Estado se ha hecho con el control accionarial y la deuda de la sociedad para rechazar que ceda las viviendas en lugar de usarlas para alquiler social. «Si la Sareb es pública, las viviendas de su sociedad también», sintetizó.

La diputada defendió transferir las viviendas de la Sareb a las comunidades autónomas, que son las competentes en la materia, y reivindicó las iniciativas en esta línea de su compañero de partido Héctor Illueca como consejero de la Generalitat valenciana. También propuso garantizar la permanencia de los inquilinos de estas viviendas impidiendo todo desahucio.

En nombre del PSOE, Valentín García Gómez comenzó criticando al antiguo Gobierno de Mariano Rajoy de «malos gestores» por el hecho de que la Sareb acabara siendo «un rescate en diferido» con un coste de 50.000 millones y más de 100.000 empleos destruidos en el sector bancario; «una herencia envenenada». Objetó que la Sareb tampoco tiene tantas viviendas como para garantizar el derecho a la vivienda, y defendió a cambio el Plan Estatal de Vivienda y otras medidas del Gobierno como los que lo garantizarán.

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Oskar Matute defendió las dos enmiendas interpuestas por EH Bildu avanzando en todo caso que su grupo votaría a favor de la propuesta por «coherencia» con lo que ha defendido siempre en cuanto a la intervención pública de la economía «hasta donde sea necesario para garantizar la dignidad y los derechos». En todo caso, dijo que le habría gustado que no fuera sólo una proposición no de ley sino que esta previsión se incluyera en la Ley de Vivienda.

Desde ERC, Pilar Vallugera coincidió con Matute en lamentar que no se incluya en la Ley de Vivienda. También recordó que la Generalitat de Catalunya ya ha multado a grandes tenedores por no ofrecer alquiler social a sus inquilinos, y terminó advirtiendo de que ERC no apoyará la Ley de Vivienda si no concibe ésta como un lugar donde desarrollar la vida en lugar de como una inversión o un activo.

EN CONTRA

En contra se mostraron el esto de grupos. Víctor Píriz Maya, del PP, comenzó atacando la «descomposición» del Gobierno en luchas internas, y a Unidas Podemos que «se le ha ido la mano» en el ataque al PSOE con una propuesta «sin pies ni cabeza» para protestar por el hecho de que la Ley de Vivienda siga atascada. Seguidamente, defendió que la Sareb fue «un gran instrumento» que se creó para defender a los españoles y cuestionó que por un lado se critiquen sus deudas y por otro lado se proponga destinar sus pisos a alquiler social, lo que las multiplicaría.

Rubén Manso, de Vox, comenzó negando que la Sareb rescatara a bancos, pues sólo lo hizo a cajas de ahorro y para salvar al Fondo de Garantía de Depósitos y por ende a los ciudadanos depositantes; luego coincidió en el «engaño» de De Guindos y en criticarle que se pagaran 18.000 millones más de lo que valían los activos que compró, pero achacó la herencia de la crisis al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Eso sí, rechazó dar control político a sus pisos y que el Estado sea el provisor de todos los bienes como un ente «asistencial».

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Desde Ciudadanos, Juan Ignacio López Bas partió de la «simulación» que fue la construcción de la Sareb como una sociedad de capital privado avalado por el sector público para disfrazar lo que en su opinión fue un claro rescate de la UE a España bajo el Gobierno de Rajoy. Pero recordó que la Sareb ya puso miles de pisos para alquiler social y que tiene una gran deuda pública, y rechazó que las comunidades autónomas los empleen para ganar rédito electoral y luego todos los españoles tengan que volver a asumir la deuda con sus impuestos.

La diputada del PNV Miren Sagastizábal comenzó declarando su sorpresa por que Unidas Podemos presente la proposición no de ley en lugar de meterla como enmienda a la Ley de Vivienda. Aplazó el sentido de su voto a cómo quede con las enmiendas y si se vota por puntos, pues se mostró a favor de unos y en contra de otros.

Ferran Bel, del PDeCat, se mofó del hecho de que el PSOE presentara una enmienda a Unidas Podemos contraviniendo la iniciativa, agravando la «sensación de camarote de los hermanos Marx» que da el Gobierno. También recordó que las competencias de vivienda son autonómicas y sugirió a la izquierda que presente sus ideas en comunidades como Madrid y ganen las elecciones. «Es poco probable que apoyemos esta iniciativa», advirtió.

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