¿Merece la pena esperar a que el tiempo sea el cure nuestras heridas?

Si a una parte de la sociedad le hubieran contado hace un año, lo que el futuro inmediato deparaba, la mayoría no lo hubieran creído.

De hecho, incluso hoy, inmersos ya en una segunda ola que nadie sabe si será o no peor que la primera, resulta complicado hacerse a la idea de lo mucho que habrán tenido que sufrir todas esas personas que se han visto obligadas a dejar este mundo sin poder despedirse de los suyos.

En cualquier caso, consuela saber que la muerte acaba con ese sentimiento, sin embargo, los que se quedan han de asumir que esa persona de la que no se han podido despedir ya no está.

Y es que, a la ya compleja situación sanitaria que asola el mundo, con cerca de 34 millones de contagios confirmados y 1,01 millones de fallecidos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay que sumar la cantidad de problemas psicológicos que han surgido consecuencia de lo anterior.

“Las pérdidas de familiares, el hecho de no poder salir de los hogares durante semanas, el teletrabajo, la necesidad de conciliar la vida familiar y laboral, así como una infinidad de causas más, han dado como resultado problemas psicológicos tanto en adultos como en niños” comentan desde Centro Cert, un centro especializado en la recuperación del trauma avalado por sus más de tres décadas de experiencia.

Quizás también te interese:  Tedi retira unos guantes para entrenar con "altos" niveles de una sustancia que puede ser perjudicial para la salud

Pero, además, “el hecho de tener que pasar tanto tiempo sin salir de casa ha puesto de manifiesto los problemas existentes en parejas, así como entre padres e hijos que, en muchos casos, en lugar de unirse y hacer frente común a la situación, se han distanciado, haciendo difícil la convivencia para todos los moradores”.

Por fortuna, y tal como aparece escrito en El Quijote “para todo hay remedio si no es para la muerte”, o lo que es lo mismo, todo tiene solución excepto la muerte, así que antes de que empeore la situación o sea demasiado tarde, conviene echar mano de profesionales que ayuden a solucionar todos esos traumas emocionales.

Y es que, “en la actualidad existen numerosas técnicas para tratar los traumas emocionales más comunes en la sociedad. Destaca, por tratarse de una de las más novedosas, el Neurofeedback, una técnica de neuroterapia que permite entrenar al cerebro y le enseña a autorregularse para mejorar el estado de ánimo y la capacidad de aprendizaje”.

Dicen que el tiempo cura todas las heridas, pero ¿por qué esperar si se pueden curar cuanto antes?

Esta web utiliza cookies. Puedes ver aquí la política de cookies.    Ver Política de cookies
Privacidad