La «cena de un grupo de amigos» con la que Mohamed VI convidó a Sánchez

RABAT, 08 (SERVIMEDIA | May Mariño, enviada especial)

El rey de Marruecos, Mohamed VI, invitó este jueves al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, a participar en la ceremonia del ‘iftar’, que se celebra cada día durante el mes del ramadán para poner fin al ayuno y poder alimentarse una vez concluidas las horas de sol de la jornada.

Este invitación a un momento «íntimo y familiar», como destacan desde el Ejecutivo, es un gesto más de la nueva relación iniciada entre los dos países tras las diferencias pasadas durante los últimos años.

Los problemas parecen tan pasados, aseguran dichas fuentes, que la conversación alrededor de una mesa en el Palacio Real fue como «una cena de un grupo de amigos», después de rematar en la reunión de trabajo previa, la hoja de ruta conjuntan que marca la nueva etapa.

El rey alauí estuvo hablando casi todo el rato en español, salvo algunas cuestiones en francés, y mostró actitud distendida ante los comensales.

Por la parte marroquí asistieron el hijo del monarca, el príncipe heredero Muley El Hasán; el hermano menor del rey, Muley Rachid; el ministro de Exteriores marroquí, Naser Burita; y el consejero real, Fouad Ali El Himma.

Con Sánchez estuvieron presentes el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, y el embajador de España en Rabat, Ricardo Díez Hochleitner.

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La delegación marroquí explicó a la española tradiciones del momento que estaban celebrando y de los platos que degustaban de la cocina marroquí. Pero también abordaron aspectos internacionales como la guerra de Ucrania.

En ningún momento, según las mismas fuentes, se habló de Argelia ni de la relación energética de España con este país, que ha retirado al embajador en Madrid por el cambio de posición de Pedro Sánchez sobre el Sahara, hecho que el Ejecutivo considera «injusto» tras la nueva relación iniciada con Marruecos.

Como anécdota para unos, como gesto para otros, destaca que la bandera de España que se colocó en la sala del Palacio Real en la que comieron estaba al revés, con el escudo nacional mirando hacia abajo.

(SERVIMEDIA | May Mariño, enviada especial)

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