La digitalización permite avanzar en el desarrollo de medicamentos más precisos

MADRID, 30 (SERVIMEDIA)

La digitalización y el uso del ‘big data’ ofrecen la posibilidad de avanzar en el desarrollo de medicamentos más precisos en beneficio de los pacientes, así como optimizar la I+D, según se puso de manifiesto este miércoles en la presentación del informe ‘Big Data, Datos de Vida Real y Evaluación de Nuevos Medicamentos’, elaborado por la Fundación Gaspar Casal.

Durante la presentación de este informe, el director general de Farmaindustria, Humberto Arnés, aseguró que perfeccionar la medicina de precisión, es decir, alcanzar más y mejores tratamientos que mejoren la vida de los pacientes, requiere de la medición de los resultados en salud y de una nueva estrategia que concilie la protección de los datos de carácter personal con las inmensas posibilidades que abre el uso de esos datos para la investigación y la clínica.

Este estudio, que cuenta con el apoyo de Farmaindustria, tiene como objetivo definir la utilidad del uso de esta tecnología en la autorización y evaluación de fármacos desde el punto de vista de los organismos reguladores y de las agencias de evaluación.

Entre sus conclusiones se destacó que el uso del ‘big data’ en la medición de los resultados en salud de los medicamentos «es una gran oportunidad para la mejora sustancial de la salud de la población, así como para la corrección de la principal debilidad de un sistema sanitario: el problema del acceso y la equidad».

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CIENCIAS BIOMÉDICAS

Arnés subrayó que, gracias a la digitalización y el ‘big data’, «se nos ofrecen varios avances críticos como la posibilidad de avanzar en el desarrollo de las ciencias biomédicas para alcanzar tratamientos más precisos».

De hecho, hoy en día el 50% de los medicamentos que se investigan tiene el potencial de ser tratamientos personalizados. Además, destacó la «optimización del proceso de la I+D, lo que es esencial ante una actividad cada vez más costosa y arriesgada».

A este respecto, la investigación de un nuevo fármaco supone en torno a 2.500 millones de euros y el proceso dura al menos 10 años. Asimismo, señaló la importancia de la eficiencia, dado que las mejoras en el diagnóstico y la más precisa elección del medicamento adecuado se traducirá en mejores resultados en salud y, por tanto, en un uso más eficiente de los recursos.

Por lo tanto, predecir qué moléculas pueden ser realmente prometedoras, mejorar y hacer más rápido el proceso de reclutamiento de pacientes o la monitorización del desarrollo de los ensayos clínicos son algunos de los potenciales beneficios para reducir los costes de los procesos de investigación de fármacos, tal y como apuntó el director del Departamento de Estudios de Farmaindustria, Pedro Luis Sánchez.

Para facilitar la incorporación del ‘big data’ a la evaluación de nuevos medicamentos, Sánchez propuso, a corto plazo y entre otras medidas, crear registros de pacientes, generar plataformas seguras para la compartición de información procedente de la práctica clínica real, explotar las posibilidades que ofrece la historia clínica digital y facilitar la interconexión de bases de datos sanitarias dentro de España y también con otros países europeos.

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