La vivienda usada podría necesitar una nueva bajada para venderse
Esa es la previsión que están manejando a día de hoy los distintos estamentos y profesionales inmobiliarios. Se espera que, al menos hasta la primavera de 2021, la tendencia de la vivienda sea a la baja, un problema de stock que no permitirá volver a la obra nueva y a la recuperación, al menos, hasta mediados del año que viene.
En cifras, la bajada que se espera ronda ya el 10%, con una recuperación que llaman en forma de U y que serviría para terminar de sentenciar la segunda mano frente a la obra nueva, que espera que aguante el golpe algo mejor.
También dependerá de la zona y del uso, porque las primeras residencias o las que se convertirán en ello serán las que mejor puedan intentar aguantar las bajadas del mercado frente a la segunda vivienda o inversión, que será quien pague, en este caso, el lastre de un mercado que apenas tiene movimiento este 2020 pese a que, al salir del confinamiento, parecía que serviría para la apuesta hacia el extrarradio.
DonPiso, quien ha presentado este estudio, estima que el sector conseguirá además un 25% menos de transacciones durante el año, algo que se une a la estimación del Santander, que a través de Aliseda, Casaktua y Altamira, ha dejado de financiar como hasta ahora el 100% de la compra de los pisos embargados tras la crisis covid.
«El limitar la financiación de la compra es ya un indicador de la recesión que viene y del parón del sector inmobiliario» explican los economistas. «Al no existir garantías, es necesario volver a acudir a restricciones como las que se ofrecían tras la crisis del ladrillo de 2007, cuando conseguir una hipoteca no era tarea fácil».
¿Y qué ocurre con el alquiler? Aunque a priori pudiera parecer que los precios se iban a sumar a las bajadas, nada más lejos de la realidad. De hecho, no es raro empezar a encontrar, tras el confinamiento, nuevas cláusulas en los contratos que garanticen el pago por parte de los inquilinos y una serie de medidas sanitarias para tratar de paliar cualquier contratiempo en un escenario parecido al de abril.
