Las principales causas de divorcio en España. Cuáles son los pasos a dar
En España, la tasa de divorcios ha ido aumentando constantemente a lo largo de los años,. Sólo en el segundo semestre del año pasado se contabilizaron más de 24.000 separaciones formales, siendo la Comunidad Valenciana la tercera en número de peticiones a nivel nacional, incrementando, además, la media de 50.8 en los territorios.
Pero, ¿por qué se separan los españoles?
Una de las principales causas de divorcio en España es la falta de comunicación y entendimiento entre los cónyuges.
Cuando las parejas no logran comunicarse de manera efectiva, pueden surgir malentendidos y conflictos que, en última instancia, pueden romper la relación. Las diferencias en valores, opiniones y objetivos también pueden causar tensión en la relación, lo que lleva a distancia emocional y resentimiento. La comunicación en términos como los hijos, la economía, la familia política o incluso la mejora laboral puede ser un escollo.
“El tener descendencia o no está siendo uno de los problemas de pareja que más está creciendo. Dada la situación económica y laboral, son muchos los matrimonios que no terminan de encontrarse en el mismo momento y eso acaba creando un conflicto insalvable” explican desde SH Abogadas.
Otra causa común de divorcio en España es la infidelidad y los problemas de confianza según explica este abogado de divorcio en Denia.
El descubrir o sospechar que la otra parte tiene una aventura puede acabar por romper la confianza en una relación, provocando sospechas y celos.
Llegada la confirmación, la dificultad para perdonar y superar la infidelidad es motivo para poner en marcha la separación.
Pero no solo se trata de infidelidad en el caso de la confianza. Pueden surgir otros factores, como la constante mentira para ocultar algún problema, la falta de información a la hora de contar las cosas para victimizarse o incluso la manipulación.
En tercer lugar, aparecen los problemas económicos y el estrés. Los problemas de dinero, como las deudas y la inestabilidad financiera, derivan en estrés y tensiones en el matrimonio.
Los desacuerdos sobre cómo gestionar la economía familiar también pueden generar conflictos, especialmente si un socio es más frugal que el otro.
En definitiva, no siempre resulta sencilla la puesta en común de proyectos y la visión de futuro, lo que acaba suponiendo un problema que deriva en separaciones y divorcios que acaban en tribunales cuando no hay acuerdo previo.
“Lo normal, llegado el momento de tomar esta decisión, es que sea de mutuo acuerdo. Pese a que haya algo que negociar, no suele ser necesaria la intervención de jueces salvo para avalar el acuerdo al que se haya llegado previamente” concluyen.