La UE aprueba la ‘brújula estratégica’ de política de seguridad y defensa hasta 2030

-Contempla el despliegue rápido de hasta 5.000 efectivos ante diferentes tipos de crisis

MADRID/BRUSELAS, 21 (SERVIMEDIA)

El Consejo de la Unión Europea aprobó este lunes formalmente la brújula estratégica, «un ambicioso plan de acción» para reforzar la política de seguridad y defensa de la UE hasta 2030.

Según informó la UE en un comunicado, la aprobación del plan llega «en un momento en que asistimos al regreso de la guerra en Europa», que supone «un entorno de seguridad más hostil» y requiere que «un salto hacia adelante» para aumentar la capacidad de defensa con «mayores y mejores» inversiones.

El objetivo de la ‘brújula estratégica’ es hacer de la UE «un proveedor de seguridad más fuerte y eficaz», que sea «capaz de proteger a sus ciudadanos y contribuir a la paz y la seguridad internacionales». Este objetivo «es aún más importante en un momento en que la guerra ha regresado a Europa, tras la injustificada y no provocada agresión rusa contra Ucrania», así como por los «importantes cambios geopolíticos».

Mediante la ‘brújula estratégica’, la Unión Europea busca «mejorar la autonomía estratégica y la capacidad de trabajar con socios para salvaguardar sus valores e intereses», algo que «contribuirá positivamente a la seguridad mundial y transatlántica y es complementaria de la OTAN», que sigue siendo «la base de la defensa colectiva de sus miembros», subrayó el Consejo. Del mismo modo, «también intensificará el apoyo al orden mundial basado en normas, con las Naciones Unidas en su núcleo».

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El Alto Representante, Josep Borrell, señaló que «las amenazas están aumentando y el coste de la inacción está claro», y por ello la brújula estratégica «ayudará a la UE a afrontar sus responsabilidades de seguridad, frente a nuestros ciudadanos y el resto del mundo».

DESPLIEGUES RÁPIDOS

El documento presenta «propuestas concretas y viables, con un calendario de aplicación muy preciso», y cubre «todos los aspectos de la política de seguridad y defensa». Su estructura gira en torno a cuatro pilares que son actuar, invertir, asociarse y asegurar.

El primero considera clave poder actuar con rapidez y firmeza cada vez que estalle una crisis, con socios si es posible y cuando sea necesario por la UE a solas. Para ello se aprueba tener la capacidad de despliegue rápido de hasta 5.000 efectivos para diferentes tipos de crisis.

Igualmente se prevé disponer en un máximo de 30 días de hasta 200 expertos en misiones de la CSDP (Common Defence and Security Policy) totalmente equipados, incluso en entornos complejos. A ello se suma el objetivo de realizar ejercicios regulares en tierra y en el mar por parte de los ejércitos de los 27 y mejorar la movilidad militar.

Por otra parte, se contempla reforzar las misiones y operaciones civiles y militares de la CSDP a través de un proceso de toma de decisiones rápido y más flexible, además de hacer pleno uso del Fondo Europeo de Apoyo a la Paz para apoyar a los socios comunitarios.

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En el segundo pilar, la UE quiere reforzar su capacidad para anticipar, disuadir y responder a las amenazas y desafíos emergentes en rápida evolución. Para ello se fija como objetivo aumentar sus capacidades de análisis de inteligencia, desarrollar herramientas y equipos de respuesta para detectar y responder a las amenazas híbridas. Igualmente, la UE se compromete a establecer una política de ciberdefensa común y dotarse de herramientas para la manipulación e interferencia de información extranjera.

En el capítulo de la inversión, los Estados miembros se comprometen «a mejorar sustancialmente sus gastos de defensa» para que coincidan con el objetivo «de reducir las brechas críticas de capacidad militar y civil», amén de fortalecer la base tecnológica e industrial de defensa.

Por lo que respecta a la mayor cohesión, a fin de hacer frente a las amenazas y retos comunes, la UE se conjura para reforzar la cooperación con socios estratégicos como la OTAN, las Naciones Unidas y los socios regionales.

Además, buscará asociaciones bilaterales con países «de ideas afines y socios estratégicos», como Estados Unidos, Canadá, Noruega, Reino Unido y Japón. Finalmente, tratará de crear alianzas «a medida» en los Balcanes Occidentales, la vecindad oriental y meridional, África, Asia y América Latina.